tres abuelas felices

Resulta difícil observar el deterioro físico o la pérdida de habilidades mentales en nuestros mayores. Esto es especialmente duro cuando recordamos que en épocas pasadas, éramos nosotros los que recibíamos los cuidados. Muchas de las personas que están a cargo de sus padres hablan del gran cambio que supone cuando la seguridad y el bienestar de sus padres se convierte en uno de sus roles principales. Buscan ayuda profesional ya que se trata de una tarea abrumadora, ya sea emocional o económicamente.

Estemos o no preparados, la realidad nos dice que muchos de nosotros tendremos que tomar decisiones importantes asociadas con el cuidado de nuestros seres queridos.

Los estudios demográficos en España señalan un envejecimiento exponencial de la población, con 1 de cada 5 personas mayores de 65 para 2021. La generación del baby-boom (15 millones de Españoles nacidos entre 1955-1975), comienza a jubilarse en solo 5 años.

La mayoría de nosotros sin duda preferirá que nuestros padres o madres se queden en casa (en la suya o en la nuestra) para asegurar que reciben el trato merecido. Sin embargo, esta situación puede resultar estresante para la familia puesto que dejar que una persona mayor viva sola puede suponer un problema si se caen y no hay nadie alrededor para ayudar, si no siguen un régimen de acuerdo a sus necesidades o si, en definitiva, no pueden cubrir necesidades del día a día.

El hecho de que 9 de cada 10 mayores prefieran vivir en su propia casa sumado al precio creciente de las residencias y cuidadores 24 horas y los nuevos adelantos en tecnología, han hecho que nos replanteemos el escenario de cuidado y observemos la posibilidad de una vida independiente en su/nuestra propia casa.

A continuación cinco puntos a tener en cuenta cuando nuestros mayores deciden vivir solos:

 1) Servicios esenciales a domicilio 

La comida saludable es un componente esencial para mantener el bienestar físico y mental. Ya que conducir o cargar con pesadas bolsas de compra puede ser un desafío, una solución son los servicios de compra a domicilio o incluso de comida lista para comer. Un servicio que nos permita contratar online puesto que las generaciones del 50 hacia arriba son ya expertos navegantes online, resulta la opción más adecuada. No obstante, para aquellos que no estén familiarizados con Internet, será posible realizar las solicitudes de los servicios de forma telefónica, utilizando la teleasistencia como canal de comunicación.

2) Acondicionar el hogar

Su hogar debe ser un paraíso de la seguridad, es lo que piensas cuando tu madre o padre viven solos. La primera recomendación es que se tomen un momento para ponerse en los zapatos de su familiar mayor, y hagan el ejercicio mental de repasar una por una las actividades del día a día teniendo en cuenta las limitaciones de movilidad, altura, y fortaleza. En el baño podemos empezar instalando apoyos extra en zonas críticas como la ducha. Es muy recomendable adaptar la entrada a la ducha, de forma que se eliminen las barreras en altura. En la cocina, atención especial a las estanterías altas, y reordenación de alimentos y utensilios de forma que los de más peso queden a una altura óptima para su manipulación. La mayoría de los cambios no requieren mucho esfuerzo ni inversión, aparte de nuestro tiempo y voluntad.

También podemos considerar como la tecnología puede desempeñar un papel importante en el cuidado de los nuestros. Algunas soluciones son capaces de ofrecernos información real del estado de nuestros familiares, y avisarnos en caso de cualquier problema; en este post podemos ver como la teleasistencia avanzada puede ayudarles a vivir de forma independiente.

 3) Asegurar el correcto cuidado médico

La tareas básicas de tomar las medicinas o controlar el azúcar pueden resultar un problema cuando no hay nadie para recordárselo cerca de ellos. Mantén contacto cercano con su médico de cabecera y/o su doctor o cuidador. Fomenta en todo momento la proactividad y la auto gestión, involucrando directamente a tu familiar mayor en el cuidado de su salud.

Cada vez existen más soluciones tecnológicas en el mercado que nos permiten gestionar alertas para medicación, citas con el médico, etc… Pueden resultar muy útiles tanto para ellos como para ti. Es importante monitorizar cambios en el comportamiento y en su estado de salud, para anticiparnos a una situación en la que haya que dar un paso más importante en su cuidado (por ejemplo, un servicio profesional de atención a domicilio).

4) En caso de emergencia

Los familiares cuidadores suelen preocuparse cuando sus mayores viven solos debido a que uno de cada tres mayores de 65 años se caen al menos una vez al año en casa. Esto puede resultar en problemas aun más graves si nadie está presente para ayudar.

Los servicios de aviso mediante un botón pueden resultar muy útiles en estos casos, aunque esta tecnología está dando paso a soluciones más avanzadas que funcionan incluso sin necesidad de pulsar un botón, como el el caso de Sensovida. Este tipo de soluciones son capaces de detectar otras alertas como una persona que entra en el baño y después de una hora no ha salido, un incendio (detectan temperaturas y humo) o alguien que no ha vuelto a casa a la hora usual, por poner algunos ejemplos.

 5) Abordar las necesidades emocionales

Tan importante como la salud física, es la salud mental, y además están conectadas. Muchos mayores quieren demostrar su capacidad para vivir de forma independiente, pero la necesidad de contacto social sigue estando ahí, incluso en aquellos que viven en pareja. El sentimiento de soledad puede tener consecuencias para la salud entre los mayores. Investigadores apuntan a que la soledad incrementa el riesgo de muerte prematura en un 45%.

El contacto visual puede influenciar positivamente en la moral de nuestro pariente; utilizar las nuevas tecnologías para cambiar teléfono por videoconferencia es una manera de incluir este factor en nuestra relación, cuando la distancia o el ajetreo de la vida diaria no nos permite un contacto directo. Existen numerosas aplicaciones que nos permiten este tipo de comunicación, eso si, necesitaremos una conexión de Internet de banda ancha, y una clase de entrenamiento en su utilización.

También, no pierdas de vista que una persona mayor está acostumbrada a llevar una vida activa, y sus días deben incluir hobbies y actividades con algún tipo de rutina. Propón acudir al centro social de tu barrio y pregunta por clases de informática o, por ejemplo, aerobic para mayores. Todo es cuestión de encontrar maneras de ayudar a nutrir un sentido de pertenencia y de propósito, que es algo que todos necesitamos.


La decisión de abandonar el hogar no debe estar motivada por el miedo o preocupaciones.
Hoy en día, los mayores con un estado de salud adecuado tienen a su disposición numerosos recursos para hacerles la vida más fácil y que puedan continuar disfrutando de la vida en su propia casa.